Aquí es donde se pierde la mayoría de las ventas (y no es al final)

¡Hola!

Una de las frases que más he escuchado en estos años es:

"Claudia, el cliente estaba feliz… y al final me dijo que lo iba a pensar.”

Y ahí viene la frustración.
Porque sientes que hiciste todo bien:
lo escuchaste, le mostraste valor, hiciste tu propuesta…

Pero algo se desconectó.

Y no fue al final.

La mayoría de las ventas no se pierden en el cierre.

Se pierden en la mitad.

O peor aún: al principio.

Cuando el cliente no siente que lo entendiste, cuando no conectaste con su necesidad real,

Cuando lanzaste la propuesta demasiado rápido
o cuando respondiste la objeción sin escuchar lo que realmente te quería decir.

Ahí es donde se empieza a desarmar la venta.

Silenciosamente.
Sin que lo notes.

Porque el cliente no te dice “me desconecté”.
Te dice “déjame pensarlo”.

O “necesito revisarlo con mi equipo”.
O simplemente no te responde nunca más.

Y tú piensas que fue el precio.
O el momento.
O la competencia.

Pero muchas veces fue algo más básico:
no lograste construir confianza desde el primer contacto.

Y eso es lo más difícil de aceptar…
pero también lo más poderoso de corregir.

Porque cuando aprendes a leer esos pequeños momentos,
esas pausas incómodas, esas señales de que el cliente no está del todo convencido…
y sabes cómo reconectar…

la venta fluye.

Sin empujar.
Sin presionar.
Sin descuentos.

Solo porque hiciste las cosas en el orden correcto.
Con la mentalidad correcta.

Y si sentiste que esto que acabas de leer te tocó de cerca,
hay algo en lo que estoy trabajando con Catalina Gartner que probablemente sea lo que estabas necesitando.

Es un entrenamiento intensivo para quienes quieren dejar de vender a la fuerza…
y empezar a negociar con estrategia real.

Toda la información en el enlace de arriba

Nos leemos mañana,
Claudia Ruiz