Cuando el cliente no dice que sí, pero tampoco dice que no

¡Hola!

Una de las situaciones más frustrantes en ventas es cuando el cliente no te dice que no…
pero tampoco te dice que sí.

Te responde con frases como:
“Lo voy a revisar con calma.”
“Suena bien, déjame pensarlo.”
“Te aviso esta semana.”

Y tú, claro, esperas.
Día uno.
Día dos.
Día tres…

Y el entusiasmo que tenía al principio se va diluyendo hasta desaparecer.

El error aquí no es que el cliente lo piense.
El error es esperarlo sin estrategia.

💡 Un cliente que no decide es un cliente que siente que no tiene prisa.

Y si tú no le ayudas a recuperar el foco, es probable que se pierda en el ruido del día a día.

Entonces, ¿qué hacer?

1️⃣ Primero: no tomes su indecisión como algo personal.
No es un rechazo.

Es falta de claridad, de seguridad, o de urgencia.

2️⃣ Segundo: no lo persigas, pero tampoco lo sueltes.
Haz un seguimiento suave, pero con intención.
Por ejemplo:
“Hola, solo quería asegurarme de que no se te haya pasado el mensaje. Sé que a veces el tiempo vuela, y si aún tienes dudas, con gusto las resolvemos.”

3️⃣ Y tercero: recupera el control con una pregunta que lo saque del limbo:
“¿Qué te ayudaría a tomar una decisión con más claridad?”

Eso lo obliga a expresarse.
A verbalizar su bloqueo.

Y tú, por fin, puedes actuar sobre algo concreto.

Porque si lo dejas en el aire, se enfría.

Pero si lo acompañas con inteligencia, puedes moverlo al sí… o cerrar con claridad.

¿Te ha pasado que te dejaron colgado en el famoso “te aviso”? escríbeme, me encantaría saber cómo lo manejaste.

Y mañana te voy a compartir una técnica sutil pero poderosísima:
cómo repetir las palabras del cliente para generar conexión, claridad… y más cierres.

Nos leemos pronto,
Claudia Ruiz