“Dame unos días”

Hay una frase que escuchamos todo el tiempo.

“Déjame revisarlo con calma.”

“Dame unos días y te digo algo.”

Y casi siempre respondemos igual: “Claro, sin problema.”

Suena educado, profesional, respetuoso, Pero muchas ventas se empiezan a perder justo ahí. Porque cuando el cliente pide tiempo, no está pidiendo desaparecer, Está pidiendo espacio… sin dirección.

Y si tú no la das, la conversación queda en el aire.

Sin siguiente paso.

Sin fecha.

Sin compromiso real.

He visto negociadores hacer muy bien toda la conversación… y soltarla justo en ese momento.

No porque no sepan cerrar, sino porque no quieren “presionar”, el problema no es dar tiempo, el problema es no acordar nada a cambio.

Tiempo sin acuerdo es incertidumbre Y la incertidumbre enfría.

A veces bastaría con algo tan simple como:

“Perfecto, ¿te parece si lo revisas y lo vemos juntos el jueves?”

O: “¿Qué necesitarías validar para poder decidir?”

No es presión: Es claridad.

Dar tiempo no significa soltar el proceso, significa acompañarlo. Porque cuando tú no defines el siguiente paso, el cliente tampoco lo hace.

Y ahí es cuando llegan los silencios largos, los seguimientos incómodos y las ventas que nunca se cierran… ni se pierden oficialmente.

¿Te sientes identificado?

Nos leemos pronto,

Claudia Ruiz

PD: Me ayudas ¿? 👇🏻