Cuando hablar de más te aleja del cierre

¡Hola!

Cuando alguien no está convencido de lo que dice, se nota.
¿Y sabes cómo se nota más fácil?

Cuando habla demasiado.

Explica, repite, justifica, vuelve a explicar…

Y sin darse cuenta, empieza a sonar como alguien que no está seguro de lo que está ofreciendo.

Esto pasa muchísimo en ventas.

Estás en una conversación con el cliente, sientes que va bien… pero por querer asegurar el cierre, empiezas a explicar todo con lujo de detalles.

Y ahí se rompe la magia.
Porque el exceso de palabras, aunque parezca que da más claridad, muchas veces genera más dudas.

El cliente empieza a pensar:
“¿Por qué me está dando tantas vueltas con esto?”
“¿Será que algo no está del todo claro?”
“¿Me lo quiere vender a la fuerza?”

Y pum. Se enfría la conversación.

💡 La claridad no viene de decir más.
Viene de decir lo justo.

Una propuesta bien explicada no es la que tiene más datos.
Es la que deja al cliente pensando: “Esto es exactamente lo que necesito.”

Así que, antes de soltar una lista de beneficios y detalles técnicos, pregúntate:
👉🏼 ¿Qué necesita saber esta persona para avanzar con seguridad?

Y di solo eso.
Con calma.
Con confianza.
Sin adornos innecesarios.

Porque cuando tú proyectas certeza, el cliente lo siente.

Y no necesita que le expliques tres veces lo mismo.

La próxima vez que estés a punto de “aclarar más por si acaso”, detente un segundo.

A veces, dejar un pequeño silencio… vende más que cinco minutos de explicación.

¿Te ha pasado que hablaste de más y luego pensaste: “debí haberme callado a tiempo”?

Escríbeme, quiero saber qué aprendiste de eso.

Y mañana vamos con algo igual de importante…

Cómo diferenciar entre un cliente confundido… y uno indeciso.

Porque si no sabes qué tipo de bloqueo tiene, difícilmente vas a ayudarlo a avanzar.


Nos leemos mañana

Claudia Ruiz

Reply

or to participate.