El cierre empieza desde la primera pregunta

Hola, hola…

Mucha gente cree que el cierre es un momento mágico que ocurre al final de la conversación.

Ese instante donde sueltas la frase perfecta y el cliente, como por arte de magia, dice: “sí, lo quiero”.

Pero la verdad es que el cierre no ocurre en ese último minuto.

El cierre se empieza a construir desde la primera pregunta que haces.

Porque si arrancas mal… difícilmente terminas bien.

Un cliente se abre contigo cuando siente que lo entiendes, que le preguntas con intención, que no llegaste a improvisar.
Y esas primeras preguntas son las que marcan el camino.

Si preguntas solo por preguntar, el cliente se siente en un interrogatorio.
Pero si preguntas con estrategia, él mismo empieza a decirte cómo venderle.

Cada respuesta que te da es un ladrillo más en la construcción del cierre.

Cada silencio que respetas, cada ejemplo que compartes, cada historia que adaptas… todo va preparando el terreno.

Por eso digo siempre: un buen cierre no es un truco, es una consecuencia.

Así que la próxima vez que entres a una reunión, no pienses solo en qué vas a decir al final.
Piensa en cuál va a ser tu primera pregunta.
Porque ahí, aunque no lo parezca, ya empezó el cierre.

Y dime…
¿Cuál es tu pregunta favorita para abrir una conversación de ventas?

Respóndeme este correo, quiero conocerla.

Nos leemos pronto ✨

Un abrazo,

Claudia Ruiz