El cierre no es una frase. Es un proceso.

Si el cliente te dice que no... revisa lo que hiciste mucho antes del final

Hola, hola…

Cuando alguien me dice:
“Clau, necesito que me enseñes a cerrar mejor”
casi siempre le respondo lo mismo:

El cierre no es un acto. Es una consecuencia.

La mayoría cree que el cierre ocurre en los últimos cinco minutos de la conversación.

Como si fuera un truco final.

Una frase mágica que termina con el cliente diciendo “sí”.

Pero no.

El cierre empieza desde el primer segundo.

Desde cómo saludas.
Desde la primera pregunta que haces.
Desde la energía con la que entras a la reunión.

Todo lo que dices y haces construye (o debilita) el cierre.

¿Y sabes qué es lo más curioso?

Que muchas veces creemos que “fallamos al final”…
cuando en realidad venimos fallando desde el inicio.

Por eso siempre repito esto…

👉 El cierre no se arregla al final.
Se diseña desde el principio.

Y cuando tú te tomas el tiempo de pensar tu proceso con intención,
cuando sabes qué decir, cuándo decirlo y por qué decirlo…
la venta fluye.
Y el cliente lo siente.

No hay presión.
No hay dudas.
Solo claridad.

Te cuento esto porque en estos días he estado trabajando en algo interesante…
algo que te va a ayudar a estructurar tu proceso de ventas como un verdadero profesional.

En los próximos días te cuento más detalles

Pero por ahora, solo quiero dejarte este mensaje…
El cierre es una consecuencia de tu estrategia.
Y tú puedes diseñarla.

Nos leemos mañana con más detalles 😉

Un abrazo,

Claudia Ruiz

PD: aprovechando que estás leyendo esta línea, me ayudas seleccionado una de las opciones de abajo, porfa!

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