El gesto silencioso que cierra más ventas que cualquier pitch

¡Hola!

Muchas veces creemos que para cerrar más ventas,
hay que hablar más, argumentar más, presionar más.

Pero en realidad,
hay algo que funciona mejor que todo eso…
y no tiene nada que ver con lo que dices.

Tiene que ver con lo que haces justo al final.

Ese momento en el que ya presentaste tu propuesta,
ya respondiste las preguntas,
ya mostraste cómo ayudas.

Y el cliente se queda en silencio.
Pensando.
Dudando un poco.
Mirándote.

Es ahí donde muchos entran en modo pánico
y empiezan a rellenar con más palabras:
💬 “Y además también incluye esto…”
💬 “Y si quieres puedo darte un descuento…”

Pero ¿sabes qué funciona mejor?

Callar.
Sonreír.
Y sostener la mirada.

Ese gesto, tan simple, transmite algo que ningún argumento puede:
confianza.

El cliente siente que tú ya dijiste todo.
Que no estás desesperado.

Que no estás intentando convencerlo a la fuerza.
Y que estás completamente seguro de lo que ofreces.

Es como decir con tu presencia:
👉🏼 “La decisión está en tus manos. Yo estoy listo.”

Y muchas veces, ese pequeño gesto…
es lo que hace que el cliente diga “vamos a hacerlo.”

Porque la venta no siempre se gana con una frase más.
A veces se gana con un silencio bien manejado.

Y eso es algo que muy pocos negociadores practican.

Así que la próxima vez que llegues a ese momento final,
no llenes el aire con ruido.

Sostén. Confía. Espera.
Ese instante puede valer más que toda la reunión.

¿Te ha pasado? ¿Recuerdas algún cierre que se dio justo en un momento de silencio? Escríbeme, quiero saber cómo lo viviste.

Nos leemos mañana

Un abrazo,

Claudia Ruiz