El pequeño cambio en tu comunicación que puede aumentar tus cierres

¡Hola!

Hoy te voy a contar algo que puede cambiar por completo la forma en que negocias.

Y lo mejor es que no requiere que aprendas una nueva técnica de ventas ni que cambies tu oferta.

Solo tienes que hacer un pequeño ajuste en la forma en que te comunicas.

Porque aquí está la verdad: en ventas, no siempre gana el que tiene el mejor producto. Gana el que sabe comunicarlo mejor.

Y hay un detalle clave que muchos pasan por alto: la forma en que enmarcas una conversación cambia por completo la percepción del cliente.

Déjame mostrarte un ejemplo.

Si le dices a un cliente:
“Nuestro producto es uno de los mejores del mercado.”

Está bien… pero no es poderoso.

Ahora, si en lugar de eso dices:
“El 85% de nuestros clientes nos han dicho que esto les ha permitido reducir sus costos en X%.”

Suena diferente, ¿verdad?

Porque en lugar de hacer una afirmación genérica, estás usando prueba social y datos concretos, lo que hace que el mensaje sea mucho más persuasivo.

Otro ejemplo:

Si un cliente duda y le dices:
“Tómate tu tiempo para pensarlo.”

Le das libertad… pero también abres la puerta a que se aleje sin tomar acción.

Pero si le dices:
“Mira, no quiero que tomes una decisión apresurada. Hagamos esto: veamos juntos cualquier duda que tengas y si realmente sientes que es para ti, avanzamos.”

¿Notas la diferencia?

El cliente sigue sintiendo que tiene el control, pero le das una razón para seguir en la conversación.

Pequeños cambios como estos pueden hacer que un cliente pase de dudar… a decir que sí.

Porque la manera en que estructuras tus frases puede determinar si un cliente siente confianza o se aleja sin dar una respuesta clara.

Así que aquí tienes un reto para hoy:

Piensa en las palabras y frases que usas en tus negociaciones y ajusta al menos una de ellas para hacerla más persuasiva.

Con esto terminamos la semana y aprovecho para desearte unos días de descanso y desconexión.

Nos leemos el próximo lunes

Claudia Ruiz