El seguimiento que no suena a vendedor

Hay formas de hacer seguimiento que no espantan... sino que mantienen la conversación viva

¡Hola!

Hay algo que muchas personas temen hacer en ventas:
darle seguimiento a un cliente.

¿Por qué?

Porque nadie quiere sonar como una alarma insistente.

Y mucho menos como alguien que está rogando una respuesta.

Pero aquí va una verdad clave:
💡 El seguimiento no molesta… si lo haces bien.

De hecho, puede ser justo lo que reactive una decisión que el cliente venía posponiendo.

El problema no es hacer seguimiento.
El problema es cómo lo haces.

Si mandas un mensaje que dice:
“Hola, ¿tuviste tiempo de pensarlo?”
el cliente siente presión.

Se pone a la defensiva.
Y lo más probable es que te responda con evasivas… o con silencio.

Pero si cambias el enfoque a uno de servicio y acompañamiento,
la historia es otra.

👉🏼 Prueba con algo como:
“Hola, solo quería asegurarme de que no te haya quedado ninguna duda pendiente.

Estoy por cerrar agenda esta semana, y si decides avanzar, quiero que tengas un espacio disponible.”

O:
“Vi algo nuevo que puede complementar lo que conversamos. ¿Quieres que te lo comparta?”

Eso no suena a presión.
Eso suena a alguien que está atento, disponible y aporta valor.

Y sí, a veces el cliente necesita solo un pequeño empujón para moverse.

No con fuerza, sino con intención.

Mostrándole que sigues ahí, sin perseguirlo.

Pero sin desaparecer.

Porque si tú desapareces por completo,
otro aparecerá.

Y probablemente, más insistente… pero también más presente.

Así que, haz el seguimiento.
Hazlo con estrategia.
Hazlo con elegancia.
Pero sobre todo, hazlo con propósito.

¿Te ha pasado que hiciste un seguimiento diferente y eso destrabó la venta? Escríbeme, me gustaría saber qué funcionó.

Nos leemos la próxima semana,
Claudia Ruiz

Reply

or to participate.