“La pregunta que evitas”

Y frena la conversación

Hay un momento en muchas conversaciones de venta que se siente incómodo.
Lo reconoces al instante.

Sabes que hay una pregunta que deberías hacer…
pero decides no hacerla.{+

No porque no la sepas.
Sino porque temes incomodar al cliente.

Tal vez piensas que la conversación puede tensarse, o que podrías escuchar un “no” que no esperabas.

Y entonces sigues hablando, explicas un poco más.
Esperas que el cliente decida solo.

Pero muchas veces, el cliente está esperando justo eso:
que alguien ponga claridad sobre la mesa.

Preguntas simples como:
“¿Qué tendría que pasar para que esto avance?” o “¿Hay algo que te genere duda y no hemos hablado?”

No rompen la relación, la ordenan.

Cuando no preguntas, no cuidas la relación.
La dejas en el aire.

Y la confusión nunca cierra ventas.

A veces, la pregunta que más miedo da, es la que más respeto genera.

Felices Fiestas,


Claudia Ruiz

 

Reply

or to participate.