Lo espantaste sin darte cuenta

¡Hola!

¿Te ha pasado que una reunión va increíble?
Todo parece fluir.

El cliente asiente, hace preguntas, hasta parece entusiasmado.
Y tú, convencido de que llegó el momento… lanzas el cierre.

Pero en lugar de un “sí”… recibes un “déjamelo pensar”.

Silencio incómodo.
Cambio de tono.
Y todo se enfría.

No fue lo que dijiste.
Fue cuándo lo dijiste.

Hay algo que muchos negociadores no notan:
apresurarse al cierre puede espantar más ventas que quedarse corto.

A veces, por ansiedad o confianza, damos por hecho que el cliente está listo.

Pero todavía no se ha sentido totalmente comprendido.

O aún tiene una objeción que no ha dicho en voz alta.

O simplemente necesita un poco más de tiempo para procesar.

Y ahí, en ese salto apurado al cierre, se rompe todo.
El cliente siente presión.

Y la presión nunca ayuda a vender.

Por eso, esta semana quiero seguir hablándote de esto.

De cómo leer mejor los tiempos del cierre,
de cómo saber si el cliente realmente está listo…
o si es mejor seguir construyendo antes de dar el paso final.

👉🏻 Muy pronto te voy a dar algo que te va a ayudar con esto (sí, viene algo muy bueno).

Pero por ahora, quiero que te quedes con esta pregunta:

¿Estás cerrando porque es el momento… o porque quieres que lo sea?

Nos leemos mañana,
Claudia Ruiz

PD: Me ayudas? 👇🏻 solo selecciona la opción que encaje contigo

Gracias!