Hablar de tu producto no es lo mismo que hablar de lo que le importa al cliente.
El miedo puede frenar una venta... o impulsarla, si sabes cómo usarlo a tu favor.
A veces, una venta que no se cierra puede abrir la puerta a una mucho mejor.
No todas las negativas significan lo mismo... y no todas se responden igual.
No se trata de convencer, sino de llevar la conversación de forma natural a un cierre inevitable.
Un método poco conocido que te ayuda a profundizar en la conversación sin parecer insistente.
La clave no es justificar, sino cambiar la percepción de valor.
Si un cliente te dice esto, la venta probablemente ya se perdió. Pero hay una forma de manejarlo.
Porque muchas veces los mejores clientes no saben que necesitan tu solución... hasta que lo ven de la manera correcta.
No se trata de hablar más, sino de hablar mejor.